Opinión

Desconectar En Modo Avión

Empieza agosto y es un buen momento para hacer balance y preguntarnos si hemos cumplido con los objetivos que nos marcábamos a principios de año: ¿La empresa ha ido todo lo bien que esperábamos? ¿Los trabajadores están contentos? ¿Hemos cuidado nuestra salud? ¿Hicimos deporte? ¿Disfrutamos con la familia? Y, por encima de todo… ¿Hemos sido felices?

Descansar es mucho más importante de lo que nos pensamos y debería ser nuestra prioridad en esta época del año

A partir de aquí, sea cual sea la respuesta, toca desconectar porque, solo si conseguimos descansar durante unos días, podremos regresar al trabajo en condiciones de cumplir con nuestros objetivos, idear otros nuevos o cambiarlos en caso de que ya no nos motiven.

Descansar es mucho más importante de lo que nos pensamos y debería ser nuestra prioridad en esta época del año. Acostarse tarde, devorar una serie de TV de una sentada, dormir reparadoras siestas, caminar por el monte, tostarse al sol vuelta y vuelta… En definitiva, tener tiempo libre para decidir en qué queremos emplearlo. Con el permiso de las nuevas tecnologías que, pese a habernos traído grandes adelantos como el teletrabajo, muchas veces nos impiden ser libres para decidir sobre nuestro descanso. Y eso nos genera estrés y ansiedad.

Más que de descanso, por tanto, deberíamos hablar de desconexión y hasta de desintoxicación digital. Un derecho que países como Francia o grandes firmas como Ikea han reconocido por ley a todos sus trabajadores para que no tengan que contestar a los correos y llamadas que se produzcan fuera de su jornada laboral. Así que olvidémonos del reloj, del móvil y de esa manía de sacarlo permanentemente del bolsillo como si estuviéramos desenfundando un revolver en el Viejo Oeste y aprovechemos para desconectar. A ser posible, en modo avión.

Más que de descanso, por tanto, deberíamos hablar de desconexión y hasta de desintoxicación digital