Opinión

Partirse la camisa

Lo reconozco… a mí lo que me va es partirme la camisa como Camarón. Poner el acento en cada detalle y darlo todo en cualquier faceta de la vida.

Así que aquí me ven, arrancándome en una cena de empresa de 2014, organizada con motivo del segundo cumpleaños de Palibex. Por entonces, comenzábamos a levantar el vuelo y eso, sin duda, se merecía una celebración distendida entre compañeros. La noche, de tan sencilla, resultó ser una de las más especiales que recuerdo, sobre todo, por la intimidad que se generó entre mis colaboradores más directos y la felicidad que percibí en ellos después de tantos meses de compartir esfuerzos.

Siguiendo con el argot flamenco, diría que estoy más cerca del ‘cante jondo’, de la emoción que desprenden esos momentos mágicos que, a primera vista, parecen intrascendentes, y de los que eligen protagonizar su vida en lugar de asistir a ella como meros espectadores.

La alegría, cuando se convierte en euforia, no debe ser contenida…