Opinión

Guapos

En una de las últimas reuniones que tuve con mi equipo, les di las gracias por su profesionalidad y excelentes resultados pero, sobre todo, por su compañerismo y por contagiar su sonrisa a los demás todos los días del año. Nada fácil de conseguir en una sociedad como la actual, caracterizada por la falta de empatía y el individualismo.

Y es que hay personas que dejan aparcados sus problemas para proyectar alegría y preocuparse por los que tienen al lado. Eso es lo que yo llamo ‘gente guapa’ y por eso me gusta rodearme de ‘guapos’ en la empresa y en la vida en general.

Podemos ayudar a los demás simplemente cambiando nuestro comportamiento

Seguro que habéis oído hablar alguna vez del efecto Pigmalión, que no es otro que el poder que tenemos para influir en la vida de otras personas. No hacen falta grandes obras. Bastan pequeños gestos como preguntarle al compañero qué tal le fue en el médico, si disfrutó del partido de futbol con su hijo o si lo pasó bien en sus vacaciones. A veces, incluso menos.

No es la única buena enseñanza que podemos sacar de este famoso mito griego. Una bella forma de expresar que podemos ayudar a los demás simplemente cambiando nuestro comportamiento.

Una sonrisa, además de hacernos guapos, nos permite disfrutar mucho más de nuestro trabajo, contribuye a un mejor ambiente y, en definitiva, permite que nuestras expectativas se hagan realidad.