OpiniónPalibex

De cada 100 hombres, dos mujeres

Hoy quiero felicitar a todas las mujeres, especialmente a vosotras, las que trabajáis en la logística y el transporte, un mundo tradicionalmente masculino que os lo pone francamente difícil para desempeñar vuestra labor en igualdad de oportunidades con los hombres y para ocupar los puestos de mayor responsabilidad.

Como empresario, creo que es a nosotros a quienes nos corresponde dar un paso al frente para reivindicar las ventajas de la contratación femenina. Yo las conozco bien porque en mi empresa, Palibex, las mujeres representan cerca del 40 por ciento de la plantilla y la mitad del comité de dirección, lo que demuestra que hemos superado el ‘techo de cristal’ que sigue limitando el ascenso de las mujeres a lo más alto de las organizaciones.

Pero, desgraciadamente, el protagonismo de la mujer no es algo habitual en nuestro sector. Al contrario, los datos de ocupación femenina siguen siendo alarmantes. Según un reciente artículo publicado por Cuadernos de Logística, la presencia actual de mujeres en el sector logístico es de tan solo un 17% del total y, si nos ceñimos únicamente al transporte, este porcentaje cae hasta un triste 2%. En otras palabras, dos mujeres por cada 100 hombres, una cifra mínima que no puede caer en saco roto y que debería servirnos de revulsivo para impulsar acciones en pro de una mayor integración femenina.

Como empresarios nos corresponde dar un paso al frente para reivindicar las ventajas de la contratación femenina

Los informes dicen que el sector del transporte resulta poco atractivo para las mujeres por la falta de flexibilidad horaria y, en consecuencia, por las dificultades para la conciliación familiar. Pero yo creo que eso no responde a un problema de género sino de gestión empresarial. Cuando seamos más respetuosos con la felicidad de nuestros empleados, contemplando fórmulas más flexibles como el teletrabajo y dejando de considerar la conciliación un asunto femenino, el sector será más atractivo para todos, hombres o mujeres.

Pero peor son los motivos que se esgrimen para justificar por qué no se contratan más mujeres en nuestro sector porque ahí topamos con el problema de los roles de género instalados entre nosotros desde tiempos inmemoriales. Los niños juegan con balones… las niñas con muñecas… y los camiones deben conducirlos hombres, aunque esté demostrado que las mujeres son más prudentes al volante y tienen menos accidentes.

Con los avances tecnológicos nada impide que las mujeres desarrollen trabajos antes vinculados a la fuerza física como manejar una carretilla o gestionar el almacén. De hecho, cualidades intrínsecas al carácter femenino como el perfeccionismo o la atención al otro tienen hoy mucho más valor en un mundo donde priman las relaciones humanas.

Me quedo para finalizar con las recomendaciones que hace la Comisión Europea en la Conferencia ‘Women in Transport’ y que pasan por tomar medidas para atraer a las mujeres hacia el mundo del transporte y fomentar su participación activa y visible en la toma de decisiones. Estoy convencido de que ello, sin duda, redundará en una mayor calidad para el sector.

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